
Hide de la Yesa.
Hace 8 meses
En el campo, todavía adormecido al final del invierno, no hay movimiento. Sólo una pesada silueta gira en el cielo y se destaca en negro contra las nubes. Una segunda ave aparece y resuenan unos espaciados maullidos «piou-piou», mientras que la pareja de busardos realiza su parada alternando una serie de órbitas, planeos y caídas en picado.
Cornejas, avefrías o gaviotas no dejan nunca de hostigarlo en vuelo con fogosas picadas. Irritado, el Busardo Ratonero puede renunciar a su carácter bonachón y, volviéndose rápidamente sobre el dorso, lanzar un golpe de sus garras para asustar al importuno.
Vive en bosques de todas clases situados en plena campiña o en la montaña, pero siempre ocupando una zona próxima a terreno abierto. También habita lugares con pocos y diseminados árboles, grandes extensiones de cultivos y roquedos de montaña. Se trata de un ave de presa que produce la impresión engañosa de ser un pájaro extraordinariamente indolente y perezoso. Aunque es muy activo volando al descubierto con frecuencia y planeando sobre los campos y bosques, también permanece largos intervalos posado en un árbol o en el tope de un poste del tendido eléctrico o de una cerca. Cuando inicia el vuelo, éste es bastante lento y trabajoso, como si le resultara difícil separarse de los árboles que rodean su posadero, pero una vez a cierta altura planea lenta y muy hábilmente elevándose en espiral como si no tuviera prisa alguna por alejarse del lugar.